Jamaica es un país pequeño del Caribe, tiene aproximadamente 2,6
millones de habitantes siendo el 39% de los niños. La situación social es
complicada ya que hay mucha pobreza y problemas derivados de ella. Al tener una
gran población infantil la pobreza y los problemas sociales en los niños está
muy extendida en especial en las zonas rurales.
El 43% de los pobres son niños que carecen de suficiente asistencia social y calidad de vida adecuada. Miles de niños viven en las calles y deben trabajar para sobrevivir, el maltrato y la violencia es bastante habitual, hay un alto nivel de analfabetismo, tienen altas tasas de embarazos adolescentes e infantil, además son uno de los grupos más afectados por el sida ya que el 8% de los infectados son niños, que se contagiaron a través de su madre, esto representa a alrededor de 4500 niños menores de 10 años. Por otro lado también hay miles de niños institucionalizados que fueron abandonados o perdieron a su familia.
La integración con planes regionales para la infancia, como el
Plan de Acción del Caribe para la educación, cuidado y desarrollo en la primera
infancia, es bastante elevada. Se han tomado varias medidas para fortalecer los
instrumentos existentes y formular otros nuevos, como la preparación de una
política nacional sobre la infancia y la redacción de un borrador de la Ley
sobre la Atención y Protección de la infancia. Jamaica ha afirmado los
Protocolos Facultativos de la Convención sobre los Derechos del Niño relativos
a la venta de niños, la prostitución infantil y la utilización de niños en la
pornografía, y la participación de los niños en los conflictos armados.
Jamaica tiene una alta incidencia de VIH/SIDA (1,6 por cada
1.000 personas) con relación a la región. Cerca de un 8% de las personas
infectadas son niños y niñas menores de 10 años, siendo la transmisión de madre
a hijo uno de los factores que más contribuyen a esta cifra. Casi un 8% del
total de casos registrados (4.443) son niños y niñas menores de 10 años. Cuatro
quintas partes de los niños y niñas infectadas viven en hogares pobres, y uno
de cada cuatro será abandonado. Entre los adolescentes, las tasas de infección
se han duplicado cada año desde 1995, y las niñas adolescentes están tres veces
más expuestas a la infección que los varones adolescentes. La tasa de
fecundidad de adultos es elevada, de 112 por cada 1.000 nacimientos. La
iniciación a las relaciones sexuales se produce incluso a los 10 años de edad.
El conocimiento sobre la contracepción entre los adolescentes es elevado, pero
se calcula que solamente un 50% utiliza preservativos de modo habitual.
Aproximadamente
22.000 niños y niñas trabajan y alrededor de 2.500 niños y niñas, la mayoría
varones, viven en las calles. La explotación sexual comercial de la infancia es
un problema cada vez mayor. El maltrato infantil aumenta, al mismo tiempo que
la exposición y participación en actos de violencia en el hogar y la escuela.
La pobreza, el debilitamiento de las estructuras familiares, la insuficiencia
de los sistemas de apoyo comunitarios y una paternidad y maternidad deficientes
son algunas de las causas subyacentes más importantes. Alrededor de 2.000 niños
y niñas se encuentran internados en instituciones residenciales donde las
normas de atención necesitan mejorar. Las principales esferas de preocupación
con respecto a los adolescentes son los altos índices de suicidio, el abuso del
alcohol, la violencia, los accidentes de tráfico y las ofensas criminales. Los
sistemas penal y de justicia juvenil están regidos por normas inadecuadas de
detención, ubicación y capacitación, y sufren los efectos de una insuficiencia
de recursos.
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